Cuando freimos las patatas a menudo quejan poco o nada crujientes. Pués aquí va un truquito, generosidad de los belgas autodenominados los reyes de las patatas.
Pela y corta las patatas, y ponlas a freir a fuego medio (yo pongo muchas patatas y hace el mismo efecto) cuando estén blandas las sacas y se escurren bien.
Cuando ya no estén calientes se vuelven a freir pero esta vez a fuego más fuerte ( yo pongo poca cantidad de patatas y el aceite no se enfria). Os quedarán unas patatas crujientes y muy ricas. No olvideís la sal. QUE APROVECHE
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